La fábula de Aracne (Las hilanderas). Diego Velázquez. 1657. Barroco. Óleo sobre lienzo

martes, 31 de mayo de 2011

COLLAGE DE APRENDIZAJE

Comentario al Collage para Estefanía Sanz.

En esta composición hemos querido contraponer las ideas que se implantan desde las revistas de juguetes de lo que tiene que ser una niña, un niño en sentido muy polarizado de masculinidad y feminidad por un lado, y por el otro lo que otra revista de adolescentes refleja como valor: la indefinición de género de un chaval maquillado, pelo largo de punta, uñas pintadas y chaqueta de chico con actitud rebelde quizás contra esta imposición recibida desde su infancia como a los niños que le contrastan en la composición.
Se denuncia una mentira visual, ya que a las niñas las presentan siempre jugando con muñecas, carritos de bebé, cocinitas, etc. Mientras se elimina la imagen de niñas que juegan a juegos de montar piezas, coches. Por otro lado, se presenta en esta composición el estereotipo de niña rubia, guapa que luce un vestido de princesa con el que está encantada, que la revista quiere vender. En la revista se comete un asesinato visual porque se eliminan las niñas más morenas, de otras razas, de compresión obesa, de rasgos faciales no tan agradecidos.
En otro sentido, tenemos mentira visual en los niños se presentan jugando a juguetes de piezas de composición, de coches y vehículos, de mecánica. Tan solo una vez se presenta un niño con un juguete de aspiradora con la cara denotando extrañeza o cierta seriedad, y contrarrestando la imagen con una niña que gustosamente juega con un carrito de limpieza con los accesorios para la limpiar la casa de la forma tradicional. También se comete un asesinato visual con los niños que no son guapos o de compresión obesa o de crecimiento bajo, que tienen ciertos rasgos étnicos marcados.

Elegimos el niño roquero con pelos de punta pero muy alegre y dulce, tocando una guitarra eléctrica para similar en parte al aspecto del adolescente, su hermano mayor, que ha derivado en estética más acentuada en este sentido de los pelos de punta y darse de liberal, indefinido, rebelde al sistema y distante.
Elegimos a la niña vestida de princesa de Disney, en rosa por caracterizar la parte más femenina que se impone a las niñas desde la revista y también muchas veces de la sociedad influída por estos mensajes en los medios publicitarios y de comunicación.
Comentario al Collage para Estefanía Sanz.

En esta composición hemos querido contraponer las ideas que se implantan desde las revistas de juguetes de lo que tiene que ser una niña, un niño en sentido muy polarizado de masculinidad y feminidad por un lado, y por el otro lo que otra revista de adolescentes refleja como valor: la indefinición de género de un chaval maquillado, pelo largo de punta, uñas pintadas y chaqueta de chico con actitud rebelde quizás contra esta imposición recibida desde su infancia como a los niños que le contrastan en la composición.
Se denuncia una mentira visual, ya que a las niñas las presentan siempre jugando con muñecas, carritos de bebé, cocinitas, etc. Mientras se elimina la imagen de niñas que juegan a juegos de montar piezas, coches. Por otro lado, se presenta en esta composición el estereotipo de niña rubia, guapa que luce un vestido de princesa con el que está encantada, que la revista quiere vender. En la revista se comete un asesinato visual porque se eliminan las niñas más morenas, de otras razas, de compresión obesa, de rasgos faciales no tan agradecidos.
En otro sentido, tenemos mentira visual en los niños se presentan jugando a juguetes de piezas de composición, de coches y vehículos, de mecánica. Tan solo una vez se presenta un niño con un juguete de aspiradora con la cara denotando extrañeza o cierta seriedad, y contrarrestando la imagen con una niña que gustosamente juega con un carrito de limpieza con los accesorios para la limpiar la casa de la forma tradicional. También se comete un asesinato visual con los niños que no son guapos o de compresión obesa o de crecimiento bajo, que tienen ciertos rasgos étnicos marcados.

Elegimos el niño roquero con pelos de punta pero muy alegre y dulce, tocando una guitarra eléctrica para similar en parte al aspecto del adolescente, su hermano mayor, que ha derivado en estética más acentuada en este sentido de los pelos de punta y darse de liberal, indefinido, rebelde al sistema y distante.
Elegimos a la niña vestida de princesa de Disney, en rosa por caracterizar la parte más femenina que se impone a las niñas desde la revista y también muchas veces de la sociedad influída por estos mensajes en los medios publicitarios y de comunicación.

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